«El traje no viste al santo, ahuyenta a los demonios». Seguramente muchas veces habremos oído la primera parte de esta sentencia, pero siempre es difícil escucharla de parte de una persona que va trajeada de los pies a la cabeza. Así se presentó en el escenario de la TLP Startup Party David Mora, de Ekiyoo, «persona en el mundo del dinero» tal como él mismo se proclamó.

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Efectivamente, su indumentaria chirriaba. Sobre todo porque mientras veíamos en el escenario a este hombre de porte serio y solemne él nos contaba que apreciaba el talento porque era un valor intangible que no todo el mundo posee; al contrario que el dinero. Cualquiera puede encontrarse un billete de diez euros en la calle sin necesidad de poseer ningún tipo de talento, ¿no? Quizás la suerte tenga algo que decir en estas ocasiones, pero la suerte también se acaba. Y cuando se acaba sólo nos quedan el trabajo y el esfuerzo.

Y entonces ocurrió. Sobre el escenario, mientras iba simulando una conversación con un inversor, David Mora se iba quitando ropa. No; no tanta como se imaginan. Simplemente se dejó ver tal y como él se siente cómodo.

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La reacción del público fue instantánea; a medida que su indumentaria se iba acercando más a la de una persona mundana, igual a la audiencia a la que estaba hablando; más relajadas se encontraban las casi quinientas personas que al verle salir al escenario habían pensado «a ver qué rollo nos va a contar este tío». Y sin embargo, con esa camiseta de el Monstruo de las Galletas, seguía siendo David Mora; con todos sus conocimientos, ideas y talento intactos. «Sed vosotros mismos para conseguir dinero» decía; pero ahora ya lo entendíamos del todo, nos había enganchado. Nos creíamos el mensaje.

La mente abierta, el humor, y la pasión son los otros tres grandes ingredientes imprescindibles apuntados por Mora para conseguir enganchar a un inversor. Tuvimos los ejemplos perfectos en ese mismo escenario, con Ian Livingstone y Nolan Bushnell, pioneros en el mundo del entretenimiento y los videojuegos que no empezaron con nada diferente a una buena idea, entusiasmo, ganas de aprenderlo todo y mucho trabajo. (¿Acaso no es esta la fórmula del talento?)

David Mora fue la sorpresa inesperada de la TLP Innova, porque su puesta en escena amplificó su mensaje hasta el infinito y más allá. Ya sabes, si vas a presentarte ante un inversor sé tú mismo: quítate la chaqueta y los zapatos que parecen ser caros y que no quieres llevar.  Al fin y al cabo, «la gente del dinero» no deja de ser eso: gente.

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