Casi todos los expertos coinciden en que la cuarta dimensión es el tiempo. Una dimensión por la que no es tan sencillo viajar como por las tres anteriores pero sobre la cual también se puede definir la presencia de un objeto. Se puede definir la existencia de un objeto (por ejemplo un coche en coordenadas de X, Y y Z sobre el espacio), pero la existencia de ese objeto está condicionada a un determinado instante o momento, máxime si está en movimiento y donde entra en juego la cuarta dimensión, es decir el tiempo (t).
Pero huyendo de los formalismos científicos y matemáticos, damos esta explicación informal para hacer una analogía con las «dimensiones» de la información. Es muy importante transmitir la información en sus dimensiones habituales que podrían ser el contenido (cual es la noticia), el emisor (es muy importante quién emite la información para valorar su importancia) y el instante de tiempo en que se produce (el momento condiciona mucho su relevancia). Pero en este caso podríamos incluir una cuarta dimensión que es el lugar donde se produce la misma. Este concepto cobra un protagonismo especial cuando hablamos de la geolocalización y de los smartphones.
La tecnología actual nos permite no solo emitir un mensaje desde nuestra cuenta personal en un determinado momento, sino que además podamos situar el mensaje sobre el globo terraqueo con una gran precisión, lo que complementa y le da una nueva dimensión a la información.
Por poner un ejemplo imaginen que recibimos el siguiente mensaje en Twitter.
PepePerez – 12/04/2012 10:16
Vehículo ardiendo en autopista TF-1. Retenciones. Precaución.
La información sin duda es importante si circulas por esa autopista. Si lees el mensaje a las 10:20 sabes que se está produciendo y que te afecta, pero no sabes el punto kilométrico exacto en que se produce el incidente si el emisor no lo especifica expresamente. Si el mensaje geolocaliza el mensaje en le momento de ser emitido nos dará una información vital y completará el mensaje. Los smartphones, tablets, portatiles y cualquier dispositivo susceptible de viajar con nosotros tienen esta característica y pueden incluir esta información de manera automática en cualquier mensaje que lancemos desde ellos. Gracias a plataformas como Google Maps, hay aplicaciones que no sólo utilizan la geolocalización, sino que se basan en ellas como redes sociales (Foursquare) o apps para deportistas (Sports Tracker o Runtastic).
Otro ejemplo. De que te serviría conocer las características y precios de nuestro sitio coworking si no supieras donde ubicarmos. Por suerte ya estamos en Google Maps, por lo que lo tendrás muy fácil cuando quieras hacernos una vista.
Te esperamos.