Llega un día cualquiera y de repente ¡Horror!. Nos entra mucho trabajo y empezamos a desestabilizarnos.

Mantener un orden extremo es indispensable, sí extremo, en estos momentos de crisis personal en la que no damos más para sacar el trabajo nuevo que ha llegado, es el momento de crearnos hábitos para desarrollar la organización del nuevo motor de trabajo.

Empezamos a volvernos locos y empezamos a trabajar por todos lados menos por el principio, vamos cogiendo diferentes tareas que tenemos que llevar a cabo, empezándolas todas y no terminando ni una.
Y comienza el estrés y los agobios.

Ahora, ¡Deja todo lo que estas haciendo! y respira profundamente.

[Tweet «Empieza a reestructurar tus pensamientos, nada consigues agobiándote nublando tu cabeza.»]

Y comienza escribiendo en una hoja todas las tareas a desempeñar.

– ¿Qué es lo más importante?
Siempre prevalece una tarea sobre otra, busca ese punto de importancia en cada una de las actividades.

– ¿Qué duración puede tener cada una?
Cada tarea tiene su duración y no tiene que ver muchas veces con su nivel de importancia respecto a otras de menor duración.

– ¿Cuál es el tiempo de plazo para la entrega de la actividad?
Teniendo en cuenta la duración que puede tener y la fecha a entrega tenemos que ir poniendo un poco de margen a cada una de las actividades.

Ahora, con todo medianamente organizado, deberíamos de saber exactamente qué tenemos que hacer, ¿No es así?

Pues observa el siguiente diagrama de cómo gestionar las actividades del día a día para gestionar y perfeccionar nuestro trabajo y tareas diarias. Comienza a gestionar tu tiempo.

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