Fue en el ámbito de la creación de software donde nace la costumbre de nominar distintas versiones de algo y su evolución con un número.decimal, donde cada avance de número supone un gran salto evolutivo y un avance en el decimal una mejora que no supone un cambio dramático.

Así, empezó a hablarse de la Web 2.0 para diferenciar un concepto que suponía el cambio de un modelo estático de contenidos y mudo en las relaciones a otro dinámico y generador de conversaciones. Ya hay quien señala que la Web 3.0 corresponderá a la geolocalizada y/o a la web de los dispositivos en red. Será nuestro futuro inmediato.

Esta forma de hablar de la evolución de una tecnología o una ciencia a saltado ya al mundo empresarial, si bien inicialmente porque interesaba desde el punto de vista comercial, ahora, cada vez, de manera más consensuada y coherente.

En los últimos años se ha empezado a hablar de la empresa 3.0, aún de manera tímida, pero cada vez con mayor fuerza, como el modelo de empresa que (ahora mismo) se está gestando y que dominará nuestro futuro más inmediato, con las miradas puestas en ese momento post-crisis que ya casi se adivina.

La empresa 3.0 va más allá de la estructura piramidal y jerárquica de la empresa 1.0, ésta además orientada al producto/servicio, al tiempo que hace madurar el concepto de empresa 2.0, que haría referencia a un modelo más horizontal, o mixto, orientado a la fidelización del cliente.

El nuevo modelo de empresa busca resultados a través del compromiso de todos sus integrantes dentro de una estructura colaborativa y multidisciplinar que hace centrar sus acciones, empujadas por una misión y una visión humanista, en la experiencia de las personas con las que establece relaciones, en cualquier orden (clientes, proveedores, colaboradores, competencia, aliados…).

Al mismo tiempo entiende que su sitio está en el mundo, su visión es global, y al mismo tiempo no pierde la perspectiva de que sus acciones están geolocalizadas, afectan a un ámbito local de mayor o menor tamaño. Por lo tanto, busca ser responsable y coherente. Obtener beneficio aportando beneficio, no sólo vendiendo (empresa 1.0) o fidelizando (empresa 2.0) sino abarcando también el beneficio social. La empresa 3.0 aspira a generar riqueza para sí misma y para el medio que le rodea, a la par. Y eso no forma parte de un maquillaje útil sino de su forma de ser. Se ha asumido e interiorizado, de manera individual y de manera corporativa.

El marketing 3.0 es el reflejo de esa forma de hacer. Forma parte de la maduración del marketing tradicional que busca vender (1.0) o del que busca fidelizar al cliente (2.0) y centra sus acciones en los valores intrínsecos del producto o servicio. El objetivo final va más allá de la venta o la repetición y busca un beneficio para el entorno y el medio en el que se desenvuelve. Asume que el ciclo económico es un intercambio de riquezas donde todos ganan (win-to-win) y no sólo una obtención de la riqueza del otro.

En esta nueva manera de comunicar y llegar a nuestro público, los valores, el factor de lo humano, del bienestar del individuo, de su satisfacción personal, de su crecimiento como persona, forman parte esencial de las estrategias que se desarrollan. La experiencia del otro es tan importante como lo que tiene que consumir. La acción de la compra se convierte en algo mucho mayor, implica valores y por lo tanto la marca aspira a ser el centro generador de una comunidad de afines.

Esta visión humana, integradora, multidisciplinar y colaboradora basada en el ganar-para-ganar mutuo, es lo que entreteje las acciones que NexGlobal desarrolla para su cartera de amigos -más que clientes-. Es lo que nos ha permitido crecer rápidamente y obtener los éxitos que cada día alcanzamos, paso a paso, pacientemente pero sin parar en ningún momento, con la constancia como una de nuestras herramientas favoritas.

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